EL Jardín del Eden
Conocemos los hechos por que así están escritos por la mano de Dios y así nos lo enseñaron nuestros padres y lugares donde profesamos nuestra fe, conocemos también distintas versiones sobre el mismo evento del Génesis tratando de explicar el porque fuimos expulsados del paraíso incluida la polémica sobre la famosa fruta o fruto prohibido.
Es a mi parecer y sentir lo que les voy a compartir si me permiten y continúan escuchando mis palabras inspiradas tal vez por el Espíritu de Dios o solo una locura de un servidor.
Llegamos a esta vida por obra y gracia de Dios a un mundo creado por Él para nosotros con todo lo que implica vivir en el. Pero especialmente llegamos al seno de una familia instituida por Dios en donde los cariños y afectos se derraman por doquier y nuestra inocencia es tan grande y pura como la que vivieron Adán y Eva en el paraíso.
Crecer en medio de una familia que te protege y ama como Dios lo hace ¡ES EL PARAÍSO! es la libertad, el amor, la inocencia ¡lo tenemos todo! completa felicidad, unos padres que nos aman para toda la vida si lo vemos desde la perspectiva de una familia que escucha y ama al Señor, que le reza y cree en Él y en todo lo que que representa.
Y cuando llegado el momento de partir de casa para formar nuestra propia familia no somos expulsados del paraíso porque aun formamos parte de el y nos toca a nosotros proteger y amar nuestro jardín, nuestro paraíso llamado familia con hijos o sin ellos.
Es nuestra debilidad humana el pretexto perfecto para disculpar nuestros pecados que poco a poco logran abrir una grieta en nuestro paraíso para lograr salir a correr una vida que no nos corresponde, una vida de pecado.
Y cuando estamos ahí afuera y nos damos cuenta que nos perdimos culpamos a Dios por "expulsarnos del paraíso"
Hermano, hermana despierta tu corazón y regresa a casa, al paraíso instituido por Dios para ti, regresa a tu familia.
No peques mas y veras que como hijo prodigo Dios te recibirá de nuevo en su bello jardín curara tus heridas y si son muy profundas y no puedes regresar Él andará por ti y te volverá al rebaño a la familia.
No abandones tu familia por otra mujer
No abandones tu familia por otro hombre
No abandones tu familia por el alcohol
No abandones tu familia por las drogas
No abandones tu familia por robar
No abandones tu familia por matar
No abandones tu familia por la desesperación
No la abandones...cuida tu hermoso jardín con todas tus fuerzas, con todo tu amor y deja que Dios se encargue de todo lo demás.
Y si te abandonan recuerda que no fuiste tu la expulsada o expulsado, ya vendrá alguien mas a vivir ese paraíso llamado familia junto a ti con tus hijos y sus hijos o sin ellos.
Y si no llega alguien más recuerda que Dios estará siempre contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad.
Un abrazo hasta el fondo de sus corazones...
Luis Velázquez
¡Sigue Sonriendo...Siempre!
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