Pero que no se haga mi voluntad si no la tuya"
El Hijo de Dios tuvo miedo, pero entendió y aceptó que la voluntad del Padre era que Él padeciera para que se cumpliera la palabra, para que así el mundo sea salvo.
Job, un hombre que amaba a Dios perdió todas sus riquezas, porque su fe y su amor por Dios fue puesta a prueba. Job entendió que vino a este mundo desnudo y aceptó quedar desnudo porque entendió que Dios le dio todo y que por voluntad de Dios perdió todo. Lo que nunca perdió fue su fe y amor por Dios, por lo que fue recompensado en la tierra como en el cielo.
¿Es la voluntad de Dios que el mundo esté pasando por esta pandemia?
No lo sabemos, lo que sí sabemos es que Él confía en nuestra fe y en el amor por Él para salvarnos a nosotros mismos. Dios, no nos está poniendo a prueba, Dios confía en nuestra fe, una fe que hemos fortalecido con el pasar de los años y que hemos fortalecido respetando y siguiendo la palabra de Dios.
Es normal tener miedo, miedo de perder esta lucha contra esta terrible pandemia, miedo de perder nuestras riquezas, nuestra vida, nuestros amigos y familiares.
Pero el miedo se puede aceptar tal como aceptas el dolor, el coraje, la salud, tus alegrías y tus riquezas. El miedo, cuando lo aceptas, se vuelve parte de ti y una vez aceptandolo lo entenderás y podrás fortalecer tu fe en Dios.
Jesús sudó gotas de sangre ante el miedo y la angustia que le provocaba el destino que le esperaba. Pero aceptó la voluntad de Dios, entendió iluminado por el espíritu de Dios que ese miedo era parte de su carne débil y que esta debilidad sólo podía ser vencida por un espíritu fuerte cargado de fe y amor por Dios.
Hermanos nos toca a nosotros como hijos de Dios aceptar este cáliz pero con la fe de que pronto pasará. Que Dios les de fortaleza para vencer el miedo y aceptar su voluntad.
Reza, ora, fortalece tu fe, fortalece también la fe de tu familia, tus amigos y desconocidos. Acepta la voluntad de Dios con la fortaleza que Job la acepto. Eres hijo e hija de Dios, y con esa fuerza de ser hijo e hija de Dios yo te aseguro que aceptarás esta prueba y te convertirás al fin en un guerrero de Dios que combatió contra esta terrible enfermedad y la venció espiritualmente.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Reza y ora para que no se quede dormida tu fe y caigas en tentación y debilidad espiritual. El que cree en Dios no teme a la muerte.
"Padre, si quieres aparta de mí este cáliz.
Pero que no se haga mi voluntad si no lo tuya"
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